De acuerdo con la información que publica Inegi sobre ocupación en México, al segundo trimestre del 2022, de las 56.1 millones de personas ocupadas, 46.1 millones ( 82%) reportaron un ingreso de hasta tres salarios mínimos.
Aún con una tasa de reemplazo optimista –porcentaje del último salario que recibirán los trabajadores como pago de pensión– de 40%, estos 46.1 millones de ciudadanos corren un alto riesgo de no alcanzar una pensión que cubra lo suficiente para llegar a un salario mínimo en su vejez.
El ahorro para el retiro en México es tan precario que si los mexicanos llegan sin ahorro a la edad de retiro o jubilación marcada por la ley en 65 años tendrán que seguir trabajando hasta 15 años más.
Si al momento del retiro no se juntó el monto para una pensión, no habrán cinco, 10 o 15 años más que alcancen para poder generar los recursos suficientes; a lo que podrá acceder el trabajador es a la Pensión Mínima Garantizada, que por ley les corresponde y será equivalente a un salario mínimo.
Una pensión digna permite a las personas mantener su ritmo de vida a la edad de retiro, por lo que la cifra ideal deberá ser equivalente a un porcentaje cercano a 100% del último salario devengado, con el fin de llevar una transición al retiro lo más digna posible. Un trabajador necesita ahorrar entre 25% y 30% de su ingreso para alcanzar una pensión digna. La reforma de pensiones del año pasado ya plantea una aportación obligatoria de 15% para 2030, el resto deberá ser cubierto por el trabajador.
Pero con todo y la reforma de pensiones, que entró en vigor en 2021, la tasa de reemplazo en México–porcentaje del ultimo salario que se entrega como pensión mensual– rondará un promedio 40%; que si bien supera la tasa anterior de 30%, no garantiza una jubilación digna, sin sobresaltos económicos en la vejez.
Existen naciones como Dinamarca, Países Bajos o Luxemburgo donde las pensiones tienen una tasa de reemplazo del 90%, que fácilmente duplican el monto mensual que recibirán los poquísimos mexicanos que hayan ahorrado lo suficiente.
Es urgente la educación financiera en México y debe otorgarse desde la secundaria y mantenerse en el bachillerato y la licenciatura para hacer consciencia de que todos requerimos ahorrar para mantener una buena calidad de vida después del retiro.